Asociación de Dibujantes de
Cómic de Chile
Historia de ASODICH
Breve Historia del Cómic Chileno
Cuando el dibujante norteamericano Richard Felton Outcault (1863-1928), creó el primer personaje de cómics del mundo, The Yellow Kid (Que se publicó en el periódico World de Nueva York), jamás pensó que al poco tiempo de su creación surgirían en Chile imitadores, y menos que con el tiempo el comics se transformaría en lo que es hoy día, Noveno Arte.
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Fray Pedro Subercaseux crea el personaje Von Pilsener (Transformándose en el primer dibujante de cómics chileno) que entretuvo a los lectores de la revista Zig Zag por largo tiempo (Hoy cumple más de 100 años).
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La editorial Zig Zag al ver la gran demanda que producía el cómics, decide crear varias publicaciones con muchos cómics de diferentes dibujantes que vieron en este nuevo estilo una fuente de trabajo permanente, algunos de los títulos fueron: Corre Vuela, El Cabrito, Simbad, Aladino, Topaze, Don Fausto, El Peneca y Okey. Algunos de los dibujantes de esta primera etapa fueron: Jorge Delano (Coke), Adduard, Oscar Camino, Peken, Alhué, Mono, Lugoze, Rene Ríos (Pepo), Renato Andrade (Nato) y Themo Lobos, etc.
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En los años 60 empieza a producirse un gran boom del cómics lo que obliga a producir una gran cantidad de nuevas revistas como: Pinguino, Rocket, El Doctor Mortis, Far West, Mizomba, Condorito, Viejo Verde, Barrabases, etc. Lo cual agrega a otra lanchada de dibujantes como: Guido Vallejos, Abel Romero, Jorcar, Máximo Carvajal, Miguel Ortiz, Lincoln Fuentes, Peñailillo, Jimmy Scott, Guillermo Duran, Mateluna, Vicar, José Orellana, Alberto y Jorge Vivanco, etc.
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Zig Zag en la época de la UP, pasa a llamarse Quimantú, y decide continuar con las publicaciones de cómics que siguen con su apogeo comercial. Luego viene el golpe militar, con lo que deciden cambiar el nombre de Quimantú a Gabriela Mistral, eliminan casi todas las publicaciones, solo dejan una nueva que contiene material de batallas históricas, entretenciones y cómics, los editores que intentan en esa época editar revistas de historietas chocan con la oficina de censura que se instala en el edificio Diego Portales, que no permite cómics con soldados o cualquier cosa que pueda parecerse al Régimen Militar. Además de perseguir a algunos dibujantes, los que se asilaron en varias embajadas y otros por razones económicas emigraron a Europa y Estados Unidos.
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Pero eso no impidió a una gran cantidad de dibujantes nuevos seguir los pasos de sus antecesores, y que publicaran sus trabajos en fanzines, y algunas publicaciones que aparecieron de vez en cuando como: Trauko, Matucana, Bandido, Oxido y Catalejo, hoy los retornados, los viejos, la nueva generación y los universitarios nos hemos unido para salir masivamente al exterior con el apoyo de ProChile, a vender royalti o realizar trabajos por encargo esta vez sin abandonar necesariamente la patria.
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Miguel Ortiz